
Tomo su cuaderno esa mañana, ese que de hace días o casi un mes no tenía ni una sola palabra, ese que por más que lo tomara no hablaba…desde el mes pasado solo estaba cubierto de gotas cristalinas que salían de sus ojos. En su cabeza solo resonaban voces como eternos ecos rebotando en las paredes de su conciencia, cada vez mas confundida; al no saber si la lluvia que inundo la transparencia de las hojas más puras pintarrajeadas de los más perfectos recuerdos en ese momento…eran de felicidad o tristeza. Como saberlo, tan solo deseaba entender…Por que para la nobleza de su alma nada seguía en pie.
Tomo su cuaderno lentamente abrió entre paginas y con temblor deslizo uno de sus dedos por las primeras páginas humedecidas de aquel extraño liquido lo llevo a su boca y expreso un dulce sabor, dulzura de sus recuerdos junto a todos los sueños entrelazados por cada palabra de aquella pagina…con la otra mano indefinidamente volteo el resto del cuaderno hasta llegar al fin...a ese espacio, al vacio…y deslizo lentamente su dedo otra vez y volvió saborear, amargura, desdén, sin razón de tristeza por la soledad . Páginas en blanco o letras invisibles… porque sus dedos en aquellas hojas no dejaron de sentir leves; ranuras, coyunturas, desgarros…. Una caída de la cual aun no se podía levantar se expresaba en todas es paginas con letras, con paginas, palbras, oraciones y sentimientos insensibles, invisibles, inimaginables