Lo irremplazable

Como libros del fondo de la biblioteca que olvidas que tienes o quizás que existen en parte de tu vida sus recuerdos salieron a flote. Como aquellas páginas blancas que abriste hace días, meses, años, sin exactitud lo podrías decir; que te llenaban de alegría al leer entre cada línea esas palabras; pero después de un tiempo de olvido ya están llenas de polvo y las intentas limpiar pero un color plomizo te impide el poder leer con el mismo entusiasmo y comienzas a llorar. ¿Quien te podría explicar?¿Por qué lo que era blanco ahora es gris?¿Por qué tu felicidad es tristeza?Por que todo cambia segundo a segundo y por más que trataste de conservar las paginas como nuevas el tiempo o quizás las gastadas palabras pagina tras pagina las iba llenando de polvo, y tu ya no podías ver, pensaste que tus lagrimas las podrían limpiar y noche tras noche te inundas en ti para que lo manchado pudiera ser puro nuevamente para así poder darle el valor a tu alama y seguir adelante. Pensaste que tiñendo el gris podrías volver a sonreír, probaste todo… cambiaste palabras, tachaste letras e intentaste cambiar las paginas, para así continuar. Y después de tanto tratar un bibliotecario te recomienda cambiar el libro por completo, comprar un libro nuevo para que le puedas dar un valor nuevo; Te lleva como a un paraíso cientos de repisas con más de los libros que pudiste imaginar, te confundiste y demoraste en elegir. Avanzaron las horas y unas hermosas hojas blancas tan blancas casi transparentes cautivaron tu ser pensaste que el correcto que llenaría el vacio que dejo el anterior que las hojas nunca podrían volverse gris y muy feliz regresaste a la realidad. Mientras leías no estabas segura si era felicidad pero al menos tenias la intriga y así pagina por pagina y palabra por palabra llegaste al fin; Y corriste y lloraste y pataleaste queriendo el antiguo y gastado viejo libro del fin de la biblioteca si ese lleno de polvo con las paginas grises, porque aunque te llenara de tristeza el no poder volver a leerlo, nadie quitaba el recuerdo de sus páginas cuando mientras lo leías y releías porque era él, porque eran sus páginas las que te llenaban de vida.