Promesas

Tantas promesas que cumplir… Por que cuando llego la persona que sentiste que te daba vida prometiste hasta lo imposible solo para que se quedara contigo, no estabas segura si seria para toda la vida pero en esos momentos no necesitabas pensarlo solo querer vivir. Pasaste los más bellos días junto a él aunque quizás para el solo eran horas que completaban el día. Las más bellas palabras en ocasiones salían de su boca y tu no parabas de temblar y de convencerte de que todo eso , todo eso que desde siempre quisiste esperar por unos momentos se hace realidad, a escondidas como niño pequeño te piñizcabas para sentir un poco de dolor el más cercano síntoma de la vida real.Durante días trataste de ser perfecta y de estar bien contigo mismo ¿Pero no sería demasiado pedir? ¿Demasiado confiado de tu parte? Trataste de ser lo que nunca has sido nunca has sido perfecta, porque te empeñaste en ilusionarte y hacerle creer que lo harías feliz, su nunca has sido capaz. Pero eso no importo quisiste seguir adelante hasta que el momento que esperabas desde el primer día llego, el día donde el despertaría de toda la fantasía que tratabas de crear en su cabeza el día donde se dio cuenta de tu inevitable ser y solo decidió marcharse.Pasaron los días y tu , tú no te lograbas levantar ¿pues como hacerlo si tu vida ya no estaba? Durante días trataste de disimular para tu alrededor, pero que pesadilla aguantar cada vez mas lagrimas. Así pasaron los díasUna tarde llego el momento que deseaste durante todos los días que tu tristeza guardaste, volviste a ver sus ojos esos donde podías ver todo, se empeño en que tu vieras ilusiones que no existían para que así pudieras seguir adelante en esa ocasión realmente quizás era la despedida y entre una calle y otra tan solo dijo: nunca te hagas daño por mí, nunca mueras por mí. Prométemelo y tu prometías hasta lo imposible, dudaste unos segundos pero solo callo de boca luego un lo prometo, sentías ganas de llorar pues sospechabas que aunque quizás sus ilusiones realmente existían ya no querrían volver. Como una promesa podía doler tanto , porque los días después de eso fueron lo más duros , por que cuando no llorabas solo querías romper tu palabra , pero como podrías fallarle a tu propia vida , si tan solo el hecho que de saber que existía en alguna parte de hacia sostener de alguna manera , quizás no sostener pero hundirte sin tocar el fondo. Un día de madrugada tomaste el libro que te obsequio y no paraste de llorar al leer estas líneas:“M i subconsciente me proporcionaba aquello que yo quería oír. Era la satisfacción de un deseo, es decir, un alivio momentáneo de la pena al aferrarme a la idea incorrecta de que a él le preocupaba que yo viviera o muriera.” y así le has prometido muchas cosas que ahora no están en su memoria pero en la tuya están escritas con su nombre y todos los días tratas de cumplirlas, por que en algún lugar de tu alma en ocasiones has pensado que podría regresar.